jueves, 17 de noviembre de 2011

Obsoleto quedó el...

Obsoleta quedó la humildad del gran hombre que siempre ganó. Mas cuando ésta se pierde, dejas de ser un gran hombre… Y además dejas de ser ganador.


Obsoleta quedó la razón cuando se impuso el poder de las armas. No quiero armas en mi mundo, pero si alguien ha de poseerlas que sea yo. Que precisamente es de quien más me fío.

Obsoleto quedó el honor, la palabra y el amor propio. Son los cimientos que mantienen mi vida. Mas si he de elegir entre ellos y mi amigo… Ya buscaré otros principios en los que sostener mi existencia.

Obsoleto quedó el pensamiento propio, ese no adulterado, por aditivos, estabilizantes y antioxidantes sociales que, intoxican la razón de ser del individuo libre. Mas si he de elegir entre la guerray la perdida de libertad… Prefiero, sin duda la guerra, pero dejen intacta mi libertad.

Obsoleto quedó el amor que mueve mi deseo de seguir luchando por mis causas perdidas, que nunca se pierden. Mas si he de elegir entre el amor y seguir viviendo… Prefiero morir    

¡Sí joder! Soy yo. El puto viejo callejero.

Obsoleta quedó la lucidez, la sobriedad y la cordura. Cualidades que no siempre me acompañan. Mas si he de elegir entre todo esto y tu compañía.  En mi cajón quedan un par botellas de ron para perderlas…