miércoles, 23 de marzo de 2011

La literatura deporte de riesgo...

No os voy a contar que he recibido advertencias talibanes por escribir pensamientos, ni me ha amenazado ningún purista literato por escribir poesía asimétrica. Pero  "aunque absurda" la historia de hoy es cierta.  Como he comentado anteriormente paso mucho tiempo en el campo y aquí la cobertura brilla por su ausencia. Cuando no estoy en la ciudad y quiero hacer una entrada en el blog o mirar facebook, he de subirme al tejado de mi casa junto al chun  de la chimenea a más de 5 metros de altura. Cuando la veleta gira parece como si la flecha de norte y sur  me apuntase con ganas de disparar. Me siento en las tejas rojas y hoy el viento de levante es frío. El caso es que sin darme cuenta han transcurrido dos horas desde que he subido. Absorto por escribir y acabar un poema no me he percatado de dónde estaba hasta que ha pasado una furgoneta por la carretera que bordea la parcela con varios albañiles (creo yo) y uno de ellos a dicho gritando y con”tela de guasa” ¡nooo te tiiires!  Mientras, desde el fondo del vehículo he oído otra voz que chillaba ¡giiiilipollas! Y la verdad es que no les faltaba razón.
Ya sé que no estoy muy bien de la azotea, nunca mejor dicho, pero…toda afición tiene un riesgo, aunque nunca me hubiese imaginado que la escritura tuviese tanto.

Que me digan a mí que la literatura no es un deporte de riesgo.