viernes, 1 de abril de 2011

La recompensa...

Siempre creo que casi todo lo maravilloso de la vida viene precedido de un sueño, alimentado de ilusiones y acompañado de inevitable esfuerzo. Las dimensiones del sueño suelen ser proporcionales al sacrificio, aunque reconozco que hasta hace algún tiempo mis recompensas eran mucho mayores al ahínco que ponía. Tal vez sea un hombre afortunado. Sin embargo desde hace unos años, se han invertido los factores y he tenido que trabajar duro para recibir pequeños premios. Quizás he variado la cuantía de algún factor y mis sueños no están cargados de mucha ilusión. O puede ser que haya perdido facultades.  A lo peor he perdido algo de suerte o un poco de todo. Quién sabe. El cúmulo de circunstancias es difícil de cuantificar. A cambio en lo cualitativo he llegado a algunas conclusiones.
La sensaciónes que deja en mi boca los premios recibidos es como una explosión de sabores. Sigo pensando que lo ideal es invertir los mínimos recursos  posibles para cualquier acción, pero todo esto ha ratificado mi filosofía de la vida: creer en uno mismo, soñar… Soñar mucho, amar, pasión, serenidad; consciencia e ilusión deben ser, compañeros de viaje en esta incierta pero maravillosa vida.

Por otro lado, nada o pocas cosas se consiguen solo. Es verdad que amo la soledad y que no necesito muchas personas para ser feliz. Eso sí, los premios  son el sumun de placer cuando se comparten. 

Gracias nena, Sin ti nada es posible.
Ánimo Dami.