martes, 17 de mayo de 2011

Elecciones a la vista...


Caraduras en forma de candidatos a la alcaldía se precipitan al deprimente camino hacia la  preponderancia. Señores sin experiencia, haciendo promesas y sabedores de que no tienen, ni van a tener, todo el poder para cumplirlas. Dependerán de su partido, del resto de fuerzas políticas, de la prensa y opinión pública, de las leyes, de las asociaciones, de los funcionarios, del que los untan…
Con un poco de suerte, habilidad, don de gente, iniciativa,
Constancia, lucha, integridad, honradez y respeto, el candidato elegido consigue hacer algunas cosas. Pero… Uy! No veo ni tan solo una de esas virtudes en ningún candidato. Lo más parecido que vislumbro en la prensa con algunos de esos dones es Pep Guardiola y no se presenta…(Que conste que soy del Betis).

Para colmo ni el alcalde sabe dirigir una empresa, ni tiene conocimientos empresariales. (Técnicas imprescindible a mi entender para administrar una ciudad). Ni sabe inglés, Ni español correcto, ni se le reconoce ninguna habilidad, ni tiene carisma, ni tan siquiera es guapo ni ná, de ná.

Ahora viene repartir las concejalías y puestos de responsabilidad en empresas dependientes del ayuntamiento o semiprivadas como Lipasam, Egmasa, Emasesa etcétera. Estas empresas están llenas de compañeros de partido y es fácil comprobar que lo que digo es cierto. Ardua tarea para repartir cargos y edilidades. Sobre todo para quien tiene la obligación de acomodar a su equipo y a todas las personas que lo han llevado a la alcaldía. Y como siempre nos encontraremos a un concejal de urbanismo que lo no único que ha hecho en su vida es pertecer a las juventudes socialistas, populares o de izquierda unida. O tal vez puede que haya estudiado farmacia, psicología o cualquier carrerita de tres años en el mejor de los casos. O a un responsable de deportes que el único deporte que practica es la barra fija (la de los bares y restaurantes). O a un concejal de obras y servicios que puede que no sepa ni lo que es un puntal.  He visto casos de alguna de las entidades antes mencionadas que algún directivo no tenía ni el graduado escolar. Y no digo que haga falta un titulo para hacer bien ese trabajo, pero sí demostrar experiencia reconocida. ¡Qué menos!
Es imposible ser bueno en algo sin haberte desarrollado empíricamente. Sin haber fracasado y triunfado, sin haber perdido y ganado, sin haber luchado por algo tuyo, sin haberte equivocado y acertado, sin superar barreras. Lo que tenemos entre manos son las vidas de los ciudadanos ¡joder!
Pienso que no se debe ser ministro/a de defensa sin haber visto una guerra, haber estado de guardia, haber disparado un fusil o ver visto ver morir a un amigo en el frente. Y que vuelva a constar... que hago el amor y no la guerra.

Otra movida. Los presupuestos. Parte irá destinado a devolver favores. A hacer obras, a cambiar el sentido circulatorio de toda la ciudad a inaugurar carreteras, a crear nuevos cargos, a un sin fin de actos absurdos con el único fin de salir en las fotos. Todo esto con chofer y todo ¡eeh! Y otra parte a gastos varios…
Después se le cuestionará toda decisión que tome. Sea buena o mala (ya que sabemos que no tiene ni puta idea de lo que tiene en sus manos). Con lo que en un año no distinguirá entre bien y mal. Por consiguiente tendremos a otro alcalde, hijo puta, revotado con su ciudad con doble cita semanal al psicoanalista. Y resultado que todo sigue igual y nada cambia…
Probablemente la culpa sea nuestra por no exigir que todas las partidas del balance y cuentas de resultados de la ciudad sean públicas. Por no hacer nada más que escribir en un blog. Por no pedir experiencias  en todos los puestos de responsabilidad. Por dejar  que nos despisten haciéndonos mirar hacia otro lado con cortinas de humo y noticias pactadas. Por conformarnos…
Tal vez debería mover el culo. ¡A lo mejor podría hacer algo!

Pero… me voy a ponerme un mojito y me lo pienso…

Quizás tengamos bastante con los problemas diarios, tal vez seamos cobardes o vagos o no queramos estar toda la vida engañando a un pueblo. Puede ser que lo más cómodo sea limpiar nuestras consciencias escribiendo estas palabras pensado, iluso de mi, que van a servir de algo. Incluso es posible que seamos tan hijo puta como ellos, por de alguna manera hacer lo mismo al pensar… yo no puedo hacer nada. Creo que nos merecemos a toda esta panda de caraculos.
Que coño bastante tengo yo con trabajar y cuidar a mi familia.
 ¡Un mojón “pa mi”!

Pero yo me voy a acabar mi mojito y a pegarme un bañito…

Seré cabrón…