Hay una loba especial en la valiente
manada.
Todas miran hacia el cielo y ella
además al terreno.
Oye el silencio en la noche y protege
a la camada.
Siente el aire en su pelaje, huele
el peligro y la presa;
es la que aúlla a la luna cuando se
siente asediada.
Después de la gran nevada oculta
quedó la cueva.
Aunque el hielo ya caído, el
arroyo, empero, suena.
Hoy no es el día; mañana. Que resuenan
las campanas,
que se me clavan puñales, cuando
resbalan las gotas
que el deshielo trae saladas, porque
llorando la luna,
le dijo adiós a Granada…
Julio Valverde Lute
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