domingo, 22 de mayo de 2011

¡Es que me obligan a decir tacos y guarrerías...!


Hasta los huevos del precio de la gasolina.

El viernes acompañé a un amigo a recoger su coche del concesionario, al salir me pidió que fuésemos a repostar y se le ocurrió llenar el depósito de gasolina. Percibí que algo le había ocurrido, había cambiado el gesto, lo vi  pensativo y ofuscado. Mientras él arrancaba el  coche le pregunté. ---- ¿Qué te ocurre, estás bien?----
Mi amigo miró hacia un lado lentamente, después al otro. Su mirada y su lenguaje corporal evidenciaban una gran carga de contrariedad. Al final de una cadena de muecas disconformes sutilmente se tocó la entrepierna, después el culo. De nuevo me dirigí al él y le dije. ¿Qué coño te pasa? Y por fin contestó. ---- Me siento raro--- dijo ---¿por qué? pregunté.---- Con voz de medio en broma, medio en serio sentenció...           ---- Porque cada vez que me gasto la pasta de esta manera lo hago  después de haberme corrido. Acabo de pagar ochenta euros por llenar el tanque de combustible. Y el caso es que me voy jodido, pero me ha quedado la sensación de que me han dado por el culo, de que la puta soy yo y mi chulo Repsol…