jueves, 29 de marzo de 2012

La tierra donde nací...

La tierra donde nací, me ha permitido vivir una de las aventuras más gratificantes de mi vida. He recorrido 1000km aproximadamente en 21 días...
Casi sin salir de Andalucía he pisado tres países:
comencé en Almería (España), 1°. Recorrí la costa de Granada y Málaga hasta llegar a La Línea de la Concepción (Cádiz). Entré en Gibraltar (Reino unido), 2°. Llegué a Ayamonte (Huelva). Crucé a San Antonio ( Portugal ) y casi piso un 4°, ya que estuve a solo 14 km de Marruecos, que es la distancia que de el estrecho entre Europa y África. Los días claros veía las casa del otro continente perfectamente...

El viento del norte me acompañó en el final de mi aventura. Me mostró el límite de mis fuerzas. Como si la naturaleza pidiese cobrarse su tributo por mi osadía, sin que su intención fuese mi destrucción, pero avisándome de su poder... Si el clima no me hubiese sido favorable, probablemente todo se hubiese complicado, o quién sabe que podría haber pasado...
Algunos lo llaman destino, otros, suerte. Quizás sea un poco de ambas. Lo cierto es que no dejo de repetir lo afortunado que soy, y algunos dicen, que eso es lo que propicia mi fortuna. Sobre el porqué, hay muchas versiones. Yo creo que simplemente es ver la vida desde el mejor de los escenarios posibles. Quizás este punto de vista sea simple instinto de supervivencia. Que sé yo...


Las sensaciones... muy dispares. Mi intención no era más que probar mis fuerzas, físicas y mentales. Sin embargo, he descubierto algunas cosas más...
He aprendido a ponerme cortas metas, con grandes fines.
Conseguí escucharme, comprenderme y soportarme, que no es fácil...
Pero la conclusión es que, no ansío revelaciones o iluminaciones que cambien mi vida.
Sigo pensando que la felicidad es un ejercicio, mas que un estado. Igual que cuidamos nuestra alimentación, nuestro físico, la mente o el espíritu, debemos ejercitar la felicidad. No dejar para mañana lo que puedas disfrutar hoy. Eso sí, caminando por senderos que te apetecen cruzar.
Sin caer en tópicos, me doy cuenta que la felicidad de quienes te quieren ha de regarse con la tuya propia. Por lo que veo inevitable realizarse y disfrutarse, para realizar y hacer disfrutar.
Por lo demás y siendo realista, ahora me toca dedicarme a mi trabajo, que es lo que me va a permitir poder correrme otra aventura o continuar la existente.
Por tanto, señores míos, no os puedo ofrecer pócimas mágicas, pues me toca prostituir mis capacidades profesionales, mentales y creativas para seguir pagando impuestos además de tributos Morales por vivir y nutrirme de una sociedad que desapruebo en su forma y fondo. He de seguir soportando como utilizan la recaudación fiscal para grandes mariscadas o vicios varios, de políticos corruptos que intenta joder mi bienestar económico y ético...Aunque lucho día a día para que no lo consigan. Dura batalla ¿Verdad?
Descubro y saco de este viaje, un sin fin, de momentos e imágenes que mi cerebro no podrá olvidar. Una experiencia en forma de proyecto audiovisual que he recuperado del cajón de mis sueños. Abriendo una puerta de ilusión y frescura que creía imposible de experimentar.

Nada es imposible si la pisha es buena. Perdón, nada es imposible si la dicha es buena...
Refrán de Lute.

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