viernes, 15 de mayo de 2015

Sevilla, Andalucia, España de 2015


Señores feudales de estos tiempos,
que ahogáis a mi pueblo y quemáis el conocimiento.
Ediles de rediles castrados de pensamientos,
tiranos y verdugos de la libertad, falsos patriotas.
Dais destierro a nuestros jóvenes guerreros
ondeando banderas, mientras llora el obrero,
encorvando a tus ancianos, con falsa dignidad.

Soledad, el asedio que nos das.
Soledad no consentida; ¡gritad!

Mas no dudéis que volverán;
volverán a estas tierras saqueadas.
Se alzarán las manos, sin más armas
que una rama de romero, la verdad,
el ayuno impuesto y el hambre de libertad. 

Y cuando rompamos el yugo de tu cuello
que impide los sueños y mata el ingenio,
volverán las luces a iluminar
los campos yermos de mi tierra,
 que robasteis sin piedad.

sábado, 21 de febrero de 2015

Cuatro elementos


Si siento miedo del silencio,
si ves que la luna quema mi piel,
o crees que me apuñalo por la espalda,
y acaso me traicione mi locura,
o  percibes rebelión de mis demonios.
Cuando veas que mi enemigo soy yo…
Si sientes que destruyo mi esperanza.

Abre el fuego de la rama que posé sobre la mar
de la sombra que con mi magia un día iluminé
Y volando agarrado de tu mano
yo seguí la corriente de ese aire enhiesto  
que te hizo un día soñar
Y si puedes, también,
déjame morir, solo una noche, sobre tu pecho
hasta que la luz de la mañana
vuelva al alma mía reencarnar.

Aunque parezca que me rindo,
dejando que derrame mi pluma
la sangre pusilánime de mi alma
del cansancio lenitivo
que no pude soportar.