sábado, 10 de diciembre de 2011

The Reunion 2011 El día D...

Al despertar, he tenido esa sensación, la que te recuerda que hoy es un día especial. El olor agradable a café. Las vistas de la sierra nevada. Una caricia recorría mi espalda. De repente me acordé, hoy era mi día, el que había planeado unas semanas antes. Debía bajar de la sierra hasta Granada para coger el tren con destino Sevilla. Siempre que viajo solo y tengo la oportunidad, lo hago en tren. Además, siempre en mi tiempo libre, de alguna manera está relacionado con mi sensación de libertad. Nada está bajo tu control, dependes de los demás para llegar a tu destino. Cualquiera se puede acercar a ti e interrumpirte (Como el revisor que acaba de parar mi escritura para pedirme el billete) Para los que siempre intentamos controlarlo todo, esto son vacaciones. Además cuando viajo en tren disfruto mucho más de los libros que leo. No sé por qué.
Había planeado mi vuelta así, por mi afán de hacer especial un día desde su inicio. Un buen desayuno, terminar de leer un libro, un leve sueñecito mientras el traqueteo del tren me mece,  escribir un rato hasta mi destino. Sevilla. Allí me recogerá mi amigo Tibe. Después, un buen almuerzo, con vino, copa y puro, por supuesto.  En la sobremesa una siesta (hora y media, mínimo). Un nuevo despertar pero esta vez para acicalarme para la gran fiesta, The Reunion.
Yo vivo de las fiestas de los demás, para mi no es motivo de ilusión asistir a ninguna. Pero esta, es diferente voy a poder ver a amigos que no veía hacía 15 años, en esos tiempos los problemas no existían. La juventud y rebeldía provocaba que todo fuera color de rosas, hasta las pastillas que consumíamos lo eran. No sé si lo sentimientos que compartimos fueron del todo reales,  pero fue la puerta que abrió y definió como queríamos ser en el futuro.
Por todo esto he intentado convertir un día normal en reencuentro anhelado, estoy seguro por todos nosotros.
Sé que nada será igual y así lo espero. Ni de coña pretendo que la historia se repita.  Pero no estaría mal saber si aquella época marcó a los demás como a mí.

No puedo dejar de acordarme de los que no pueden asistir por estar en otra parte del mundo. ¡Una copita a tu salud!