Vivimos en la era de la información y de las comunicaciones.
Sin embargo, nos comunicamos con mensajes cortos, a velocidades superiores a la
recepción humana. Nos comunicamos mal…
Hemos dejados de percibir la información con los cinco
sentidos para comunicarnos con mensajes escritos sin alma. Un montón de letras,
a menudo, incompresible por falta de signos de admiración, interrogación y
acentuación. Frases abreviadas, sin vocales y a toda velocidad.
Me gusta aprovecharme de las nuevas tecnologías pero me temo
que estamos en manos de las mismas. Hace poco leí un articulo que decía que
tras una llamada telefónica o una conversación por Whatsapps nuestro cerebro tarda de 10 a 15 minutos en
poder alcanzar un grado de concentración apto para acciones complejas o de
creación.
Si esto es cierto… ¿En qué momento del día pensamos con
total lucidez?
Me han llamado loco e incluso egoísta por dar de baja mi
teléfono móvil. Por lo visto un acto intolerable en esta sociedad actual.
Si alguien no contesta a un whatsapps en una hora miramos su
última conexión para juzgar la utilización de su tiempo. Pensamos que merecemos
una respuesta inmediata sin pensar que, la persona en cuestión, puede estar en
un momento delicado. Eso sí es egoísta…
Soy egoísta y excéntrico porque a menudo me escapo de este mundo sucio
para encontrar la objetividad y el amor suficiente
para entenderme a mí y a las personas que amo. Para aceptar que hay Goliat con
el que no se puede luchar, si uno quiere vivir en sociedad.
Cada día me pregunto si me merece la pena consentir este
alto precio y os aseguro que la mayoría de los días no me salen las cuentas…
Mientras leía un libro que ha escrito un gran amigo y que os
recomiendo (Estuario de Joaquín Dholdan) he recibido cuatro llamadas, siete
whatsapps, cinco correos electrónicos, doce notificaciones de Facebook, cuatro
de Twiter y dos SMS. He terminado por dejar el Móvil en otra habitación para
poder disfrutar del libro de mi amigo, pues… seguro que algún gilipollas se me
cabrea.
He tenido que masturbarme para volver a concentrarme (los
ejercicios de respiración me llevan mucho tiempo) y poder escribir estas
palabras. Os sobraba este exceso de información ¿verdad?
Pues en este mundo vivimos… y ahora me voy al campo. Gracias
a que todavía hay zonas fuera de cobertura…
1 comentario:
que emoción que me estes leyendo!..lucha con las interrupciones...igual creo (por el tono de rebeldía) que nuestro querido guerrero Dani lleva demasiado tiempo encerrado y que si no sale pronto la va a liar!!!
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